“Sin miedo avancemos / hagamos nuestros caminos / con nuevos pensamientos, / con una mano en la tierra / y otra en el corazón”.
Humberto Ak’abal, Raíz.
En el campo de la literatura, quizá tenemos recuerdos de textos o libros que leímos en determinada etapa de nuestra vida… Los hay de todos los géneros, así que querer encasillar al lector en determinada línea es pues un peligro. Incluso, recuerdo que en una de las tantas jornadas de aprendizaje, me leí una nota que decía “si el libro que está leyendo le parece aburrido, déjelo”. Tenía razón, quizá en otro momento podría encontrarle el gusto a ese texto que queda pendiente.
Por tanto, el abanico de textos que hay en la estantería virtual, en la biblioteca o los dispositivos electrónicos se convierte en esa continuidad de la “enciclopedia” que Diderot y D´Alambert construyeron junto a los filósofos de la Ilustración. No hay escusa para decir no tengo libro para leer…
Pero lo más importante para todo profesional es el hábito de la lectura… Es la herramienta que ayuda a la mente, al espíritu de cada uno cuando confrontamos la idea del que escribió el libro con nuestra manera de pensar y ver las cosas desde distintos puntos de vista… Es el diálogo abierto con una manera distinta de pensar. Hay razón al afirmar entonces que “todo libro es político”.
Kant tiene una manera particular para construir ese hábito: “atrévanse a pensar”.
La lectura provoca el cambio y la ilustración de la razón humana, eso que se parafrasea como el ¿qué puedo saber?, que genera mayor responsabilidad y práctica. Solo con esos dos elementos: razón y práctica se nos avecinan tremendos compromisos éticos y morales. No en vano se simplifica esa afirmación de Kant en ¿qué puedo conocer? Porque implica revisión, práctica, reflexión y vuelta al compromiso. Es pues la permanente Ilustración que el profesional tiene en su formación cotidiana. Esta semana leer un libro de Política, Sociología o Relaciones Internacionales puede animarnos a encontrarnos y disponernos a compartir un café; incluso pienso que podríamos hasta intercambiar un libro y/o sugerir una lectura de la semana, el mes o para el resto del año…